Por si fueran pocas desgracias ya en el parque de perros debido a la dejadez de la Ciudad, hoy sale volando un cristal de la parada de autobús y se rompe en mil pedazos. Y también se cae una estructura grandísima de madera que
estaba en la parte del parque que lleva ocupada con materiales de una empresa
desde finales de julio. Menos mal que no ha cogido a nadie.